Texto de intervención en Mesa 2: Ser precario

Como vivir de artista desde la precariedad

La agonía de la industria cultural y las malas prácticas precarizan a los creadores y productores culturales. Existe una necesidad de buscar unas condiciones dignas para los agentes culturales, tanto artistas como organizadores de eventos.
Uno es productor porque produce. Poder crear, mostrar y ser parte de una red de trabajo. Los creadores son cada vez más conscientes de su potencial. El sistema se reinventa y son los encargados de replantear todas las estructuras existentes.

Presentación en el programa general del encuentro
Anna Katarina Martin, licenciada de Bellas Arte de Cuenca, artista, investigadora y educadora en artes visuales y multimedia.

Texto de intervención
Mi propuesta para participar en La situación 2016 es la obra Cobertizo un lugar de paréntesis, explicar este proyecto y trazar una línea y ponerlo en relación con mi proyecto final de carrera en Cuenca 2006, cuando el panorama artístico y la situación económica y política era otra y así generar un espacio de debate y reflexión.

Abro con un cita de Isidoro Valcárcel Medina;

El arte no ofrece respuestas, plantea preguntas

El título de mi proyecto final (2006), es la pregunta que lo articula: Cuanto costaría dar la vuelta a una casa? poner la al revés, invertirla, detalle por detalle, viga por viga y dar la vuelta a nuestra realidad más cotidiana.
Esto utilizando el programa de cálculos y presupuestos de construcción Presto* averiguando la viabilidad de un proyecto, tanto constructivo como económico y aplicarle una función de dar la vuelta a todos los detalles de una casa, y con esto averiguar su coste.
Aplicar el programa de cálculos de construcción a un proyecto inviable y en definitiva, no rentable, es restar el propio medio de su utilidad, para convertirlo en un discurso artístico.
Dar la vuelta a una casa elimina su funcionalidad (en cuanto hogar) para convertirlo en un hecho simbólico sobre el hábitat contemporáneo.

Hacer la casa inhabitable para hablar del propio habitar.

Arte y arquitectura
La transición de una instalación efímera a una construcción permanente es fluida: la diferencia entre hacer estructuras para un uso público y construir una casa es pequeña. Ambas actividades están relacionados con el espacio y la psicología de su uso. La "casa" representa una necesidad básica de refugio. Nuestro hogar es una combinación de necesidad existencial, sueño personal, rutina diaria y universo privado. Dormimos, comemos, realizamos actividades intimas y trabajamos en casa. Su tamaño, función y carga simbólica lo convierte en un tema deseable tanto para arquitectos como para artistas.
La frontera entre arte y arquitectura comienza a desdibujarse en la medida en que ambas disciplinas se inspiran en la personalidad y las necesidades de los futuros habitantes y en la naturaleza del lugar. La intención implícita del proyecto es de crear un espacio de experiencia común, aparte de generar un lugar de reflexión, y de ensueño.

Siempre hay una segunda lectura.
La presentación del proyecto final de carrera, consiste en la exposición de la obra en su fase proyectual y como obra conceptual. Incluye todas las visualizaciones y cálculos necesarios para entender la pieza. Parte central del proyecto, desde luego, es la resolución final (económica) de Presto: ¿Cuanto costaría dar la vuelta a una casa? Volvemos a nuestra cita; "el arte no ofrece respuestas plantea preguntas", bien formulado, sería que la intención de la obra es la pregunta que genera esa respuesta.

A partir de un interrogatorio, o en lo que en su momento empezó como una broma, disparó una serie de posibilidades, tanto discursivas/interpretativas como estéticas formales. Luego más tarde apareció las imposiciones. La primera, la parte de viabilidad del proyecto. Dar la vuelta literalmente a una vivienda, es decir, levantarlo por los cimientos y dar la vuelta a las paredes, el suelo y el techo, es casi imposible. Por otra parte, la económica, es un proyecto de mucha ambición. Eso lleva a lo incongruente en el enorme coste y despliegue de medios, con un presupuesto a medida. La realización depende del apoyo de una institución.
La producción cultural, en muchos casos, sino la mayoría, depende de la financiación.  El artista se ve obligado a buscar sponsors para financiar su investigación y su producción. Si tienes la financiación de una institución pública, en forma de sponsor o empresa privada, puedes hacer arte, en el caso contrario, difícilmente puedes producir ni adquirir un espacio expositivo. Sino sólo queda la opción de que el artista costea su propia producción, y allí se convierte en su propia institución, se transforma en productor-empresario. En el caso de las instituciones públicas o estatales no existe duda que los fondos públicos siempre pueden ser usados para sostener o alimentar un arte oficial. Y los poderes estatales hábiles saben muy bien cómo pueden manipular a los artistas.

La obra cuestiona planteamientos respecto a la creación, la figura del artista y el arte contemporáneo. Destaca un particular interés por el impacto social de la arquitectura y el urbanismo, así como por la desestabilización del sistema artístico y de sus principales instituciones (crítica, mercado y museo) como organismos legitimizadores de la creación artística.
El arte sólo tiene sentido cuando nos hace concientes y responsables de nuestra realidad. A partir de una representación aceptada y unos códigos establecidos, descodificar y reconstruir una nueva representación del mundo donde las personas puedan identificarse, y entender su condición humana actual.

Durante los estudios en Cuenca (2001-2006), y especialmente durante la investigación y trabajo de campo para el proyecto final, buscando casas  abandonadas por la posibilidad de intervenirlas antes de dar con la resolución y formalización final, sobre papel, encontré refugios abandonados. Estaban en medio del bosque, nadie los reclamaba. Me atraía que no había nadie, que podía entrar y pasar el tiempo allí. Fue entonces cuando empecé a escribir cartas a diferentes personas. En parte a gente conocida, personas que habían hecho una impresión en mi, artistas, comisarios, críticos, escritores etc. En esas cartas propuse construirles un cobertizo específicamente para ellos, sus necesidades o lo que yo pensaba que eran sus necesidades. Darles una función específica para una persona específica.

El resultado, un inventario registro de cobertizos creados. Las imágenes de los cobertizos personalizados y las intervenciones que conforman la narración que su vez conforma la pieza, fue expuesto como un work in progress en el Museo Provincial de Lugo, resultado de la residencia Estudio Abierto#3, en agosto 2014.  Sus creaciones constituyen la dimensión profundamente humana, imágenes de la vida, que sólo se adivina en el umbral de una habitación al borde del colapso.

La residencia ofreció la oportunidad del desarrollo y produccion de un proyecto artistico: Reflexionar sobre la relacion entre la naturaleza, la arquitectura y nuestra relación con el entorno. Documentar el proceso y a la vez configurar un inventario de cobertizos intervenidos. El sentido de cada intervención,  se multiplica de acuerdo con las visiones, los enfoques y las reflexiones personales afectivas, creativas y sociales de cada artista o persona invitada, de acuerdo con su necesidad.
El proyecto actúa como una plataforma que recoge y vincula colaboraciones multidisciplinares sin dotarlos de un mensaje definido. El mensaje se produce en el intercambio y a partir de una conciencia de producción de sentido y de realidad cultural y social (llamémoslo activismo , resistencia cultural). Replantea la idea de lo que supone la cultura en la actualidad y las numerosas formas de  percibirla, lanza una provocación a los sistemas existentes y propone alternativas nuevas en un contexto socioeconómico y político. Asimismo, ofrece una oportunidad de descubrir narrativas nuevas en relación a la creación artística.

Anotaciones para la mesa
El mercado del arte: Las galerías se llevan un 50% sino vende la galería no se lleva nada y el artista tampoco. Es un acuerdo comercial. Se ofrece al artista exponer en la galería que tiene una reputación y una trayectoria. Sube el cache y la posibilidades de venta del artista.
Las galerías y las instituciones quieren mantenerse pero no pagan a los que les mantienen. No pagan el contenido.
Porque siempre hablamos de ellos (la industria cultural) como si fueran el centro y nosotros, los autores, desde la periferia (como secundarios)?
Uno es productor porque produce. A veces no puedes producir porque no tienes financiación. Tienes que producir con lo que tienes. No tienes los medios porque no tienes dinero, pero tienes tu voz. Tienes la palabra.
El trabajador cultural es importante. La industria cultural se nutre de nosotros, los autores, los creadores, los productores.
Los creadores somos cada vez más conscientes de nuestro potencial y que podemos funcionar de manera independiente, fuera del sistema establecido.
El trabajo artístico permite un constante pensamiento y cuestionamiento no solo sobre la sociedad, sobre uno mismo, un mejoramiento humano y un autoanálisis diario.

Anotación después de la mesa
Todos aquí hemos puesto en la mesa
lo económico
las condiciones
la profesionalización

Pero la PRECARIEDAD puede ser muchas cosas?
UNA ARTISTA SIN IDEAS no es precario?

Una reflexión, que no se llegó a tratar en la mesa es que quizá hay OTRA PRECARIEDAD, podría ser que quizá no tenemos esa capacidad de análisis sobre los mecanismos y el sistema, como cambiarlo, porque no tenemos distancia. Estamos sumergidos, dentro, ocupados con simplemente poder subsistir, intentando sobrevivir y al mismo tiempo producir: articular discursos y crear significados a través del arte.

Texto plenario Mesa 2: Ser precario

En la mesa se planteo varias cuestiones respecto a la precariedad y Ser precario. Trajimos 6 propuestas de cómo manejar ese malestar que muchas veces genera el trato con la institución arte. De lo que se llevo a la mesa y lo que allí se abordó, no se puede decir que se encontró respuestas a las preguntas elaboradas pero si, unos puntos de inflexión y algunas preguntas nuevas.
SI, hay una necesidad palpable de resolver y hablar de ciertas cuestiones como la precariedad laboral de la actividad artística. Condiciones dignas para los productores culturales, ante la falta de un marco legal. El hecho que la practica artística es de las pocas actividades profesionales que no tiene un colegio profesional que lo ampara.

Esto en cuanto a los puntos de inflexión.

Ahora y concluyendo voy con las preguntas:

Porque hablamos de ellos (la institución) como el centro y nosotros los creadores desde la periferia, como secundarios. El productor cultural es importante. La industria cultural se nutre de nosotros. Uno es productor porque produce. A veces no puedes producir porque no tienes financiación. No tienes medios porque no tienes dinero. Pero tienes tu voz. Poder crear, mostrar y ser parte de una red de trabajo. Los creadores somos cada vez más conscientes de nuestro potencial. El sistema se reinventa y somos los encargados de replantear todas las estructuras existentes.

Soy artista
Vives de eso?
Hago arte, y vivo. Si, vivo de esto.
Soy artista, trabajo y expongo año tras año y me siento parte de una comunidad que hace arte contemporáneo. A veces hablamos de artistas y arte únicamente en relación con la institución. Si no trabajas con la institución museo, galería, fundación no haces arte, no eres artista o comisario. Personalmente creo que la relación con la institución tiene que ser al menos tirante, cariñosa pero tirante. Somos una comunidad, un gremio, una clase que la institución en el mejor de los casos precariza. Si esa relación no es tirante es posible que caigamos en ser una mera propaganda de la ideología política que ostente el poder. Es importante pensar que somos nosotros, la comunidad, los que también decidimos qué es arte contemporáneo.
Realmente que implica el termino artista? La gente con la que trabajo y comparto la vida, a veces esas personas forman parte de la academia, a veces del mercado, cada uno hace lo que puede para sobrevivir. Pero estamos tan precarizados que no tomamos conciencia de clase o gremio. Si una persona no resulta cómoda o funcional para la institución la desechamos o buscamos un interlocutor cómodo. Hay que agradecer a nuestra historia pero también ser críticos porque fueron unos y no otros los que hicieron las reglas. Desde hace bastante que no considero que debe ser una institución, museo o centro de arte.... pienso que quien te legitima es tu propia obra y trayectoria como creador, no, donde expones o quien te invita.
Creo que el problema actual en el arte es eso mismo. La prostitución por la ambición al lucro antes que al verdadero fin del arte. El mercado y la Academia han permitido que se valore trabajos faltos de fundamento. Así que la identidad como artistas queda relegada a que tú te lo creas, que tenemos las necesidades a crear y expresarnos. Cuando no tengas nada que decir, solo entonces, puedes dejar de llamarte artista.