Clero 7. Russafa es un ciclo de tres exposiciones organizado por Otro Espacio. A su vez es una nueva etapa se caracteriza principalmente por desarrollarse en un lugar diferente en cada ciclo de exposiciones, todos ellos cedidos por artistas o instituciones, proyecto denominado Sin Espacio.

I. Las casualidades no existen: tu a Brasil, nosotros a tu espacio. Clero 7. Russafa es el ciclo que abre esta nueva etapa en la cual estamos poniendo a prueba muchas de las ideas que hasta entonces habíamos creído inalcanzables, una serie de situaciones (que esperábamos desde hace tiempo con ingenuidad) se han ido dando lugar desde el momento que empezamos a hablar a todos de la reapertura de Otro Espacio, ahora Sin Espacio. Esta oportunidad nos ha llegado gracias al ofrecimiento desinteresado de Jesús Herrera, quien nos ha cedido su estudio durante su estancia en Brasil. Hemos saltado de la casa de Juan José Martín “Jujo” (fundador de Otro Espacio) al taller de Jesús, entendiéndolo como un espacio temporal cedido y “ocupado” en el que hemos invitado a tres comisarios a que presenten un proyecto de un sólo día de duración cada uno, adaptándose a la duración del evento, al contexto social y económico en el que se encuentra el arte y la practica independiente actualmente.

II. Ahora o nunca (o al menos no sabemos cuando). Apenas Jesús se ofreció le tomamos la palabra, y pese al poco tiempo que teníamos (organización, comisarios y artistas) nos lanzamos impulsados por las ganas de construir y de proponer en medio de la crisis en la que nos encontramos, no sólo de la economía material sino también de la economía del deseo que hace que apenas consigamos articular cierto modo de vivir, éste se vuelva obsoleto1. Y en un presente que no facilita y en un contexto que permite la confusión, tenemos como constante la dignificación de nuestro trabajo, contribuyendo en la medida de nuestras posibilidades a profesionalizarlo para asegurarnos un futuro digno y permitir que la trayectoria de cada trabajo pueda seguir desarrollándose.

III. Y con el clero hemos topado. Os invitamos a formar parte de nuestro proyecto, compartiendo, disfrutando, participando y comprendiendo Clero 7. Russafa, el cual se ha podido producir gracias a las aportaciones de los coordinadores del espacio, socios, amigos, artistas, empresas y profesionales que comparten nuestra filosofía y modo de trabajo.

1. F. Guattari y S. Rolnik: Micropolítica. Cartografías del deseo, Ed. Traficantes de sueños, Madrid, 2006. pag. 21 Con el apoyo de:


     
 

[ES] Rita Rodríguez y Anna Katarina Martin se desnudan simbólicamente para cuestionar el rol pasivo, objetualizado y normativizado de la mujer, tanto en el arte como en la imaginería de la cultura popular, ya que desnudas es como habitualmente han sido mostradas las mujeres. Sus cuerpos erotizados y cosificados terminan por convertirse en iconos, eliminando cualquier capacidad de acción como sujetos. Por otro lado, en esta crítica a la representación, no sólo reflexionan sobre los mecanismos de poder y control de la mirada vouyerista masculina, sino que también revisan su propia práctica artística.

Performance clásica a la manera tradicional -realizada por primera vez en el 2009, dentro del festival Chámalle X celebrado en Pontevedra- supone una vuelta de tuerca a las primeras performances de los años sesenta, en las que las mujeres trataban de buscar una voz propia dentro del mundo del arte, movidas por los contestatarios discursos sociales y políticos del momento, y, en especial, del pensamiento feminista. De este modo, Rita Rodríguez revisa el estereotipo de la performer “clásica”, la cual buscaba adueñarse de su propio cuerpo, pero que paradójicamente ha acabado siendo absorbida por el sistema del arte. El hecho de que desnudarse continúe siendo para las mujeres la manera más rápida y efectiva de entrar a formar parte de un museo, supone haber perdido gran parte de su carga subversiva inicial. La artista ironiza sobre este uso del cuerpo realizando una acción en la que, en un espacio interior, se desviste para terminar mostrando un disfraz de desnuda, con el que poder completar el ritual performático en la calle, saliendo “vestida” de este modo para tratar de transgredir los límites entre el espacio público y privado.

     

Pin-up (colocar una imagen en la pared con una punta o chincheta) surge en 2008 como trabajo previo a una investigación, más amplia y todavía en proceso, sobre el impacto del estereotipo de la sueca en la cultura audiovisual española, especialmente en el cine de la década de los sesenta. Anna Katarina Martin busca aproximarse al concepto de la femme fatale cinematográfica, entendida como mujer seductora y peligrosa, aunque en esta pieza parte de imágenes de las pin-up que se popularizaron en las revistas de los años cincuenta. Para este vídeo ha seleccionado mujeres, en su mayor parte rubias, cosificadas y sexualizadas, para auto-radiografiarse de forma ficticia, mostrándose en un doble juego de identidades cruzadas. A la artista le interesa enmarcar a esas otras mujeres, que contrastan con ella misma, para hacer hincapié en los trucos utilizados en la construcción de cualquier imagen, que nunca es inocente. Por lo tanto, el marco tiene la función de enfocar la mirada y llamar la atención sobre el contenido, estableciendo, de este modo, un diálogo entre el dentro y el afuera, es decir, como mujer-objeto (pin-up) y como mujer-sujeto (creadora).

 

Imágenes: Rita Rodríguez /Performance clásica a la manera tradicional / 2009 -2011 / Performance / 20′ aproximadamente. (Imagen de la izquierda)

Anna Katarina Martin / Pin-up (colocar una imagen en la pared con una punta o chincheta) / 2011 / Vídeo monocanal sonido estéreo / 8′ (en bucle). (Imagen de la derecha).

 
 
 

[VA] Rita Rodríguez i Anna Katarina Martin es despullen simbòlicament per a qüestionar el rol passiu, objectualitzat i normativitzat de la dona, tant a l’art com a la imatgineria de la cultura popular, ja que habitualment les dones són mostrades nues. Els seus cossos erotitzats i cossificats acaben per convertir-se en icones, a l’eliminar qualsevol capacitat d’acció com a subjectes. Per altra banda, en aquesta crítica a la representació, no sols reflexionen sobre els mecanismes de poder i control de la mirada vouyerista masculina, sinó que també revisen la seua pròpia pràctica artística.

Performance clàssica a la manera tradicional -realitzada per primera vegada al 2009, dins del festival Chámalle X celebrat a Pontevedra- suposa una tornada de rosca a les primeres performances dels anys seixanta, en les quals les dones tractaven de buscar una veu pròpia dins del món de l’art, mogudes pels contestataris discursos socials i polítics del moment i, en especial, del pensament feminista. D’aquesta manera, Rita Rodríguez revisa l’esteriotip de la performer “clàssica”, la qual buscava apropiar- se del cos, però que paradògicament ha acabat sent absorvit pel sistema de l’art. El fet que despullar- se continue sent per a les dones la manera més ràpida i efectiva d’entrar a formar part d’un museu, suposa haver perdut gran part de la seua càrrega subversiva inicial. L’artista ironitza sobre aquest ús del cos realitzant una acció en la qual, en un espai interior, es desvisteix per a acabar mostrant una disfressa de nua, amb la qual poder completar el ritual performàtic al carrer, al eixir “vestida” d’aquesta forma per a tractar de transgredir els límits entre l’espai públic i privat.

     

Pin.up (col·locar una imatge a la paret amb una punta o xinxeta) sorgeix al 2008 com a treball previ a una investigació, més àmplia i encara en procés, sobre l’impacte de l’esteriotip de la sueca a la cultura audiovisual espanyola, especialment al cinema de la dècada dels seixanta. Anna Katarina  Martin busca aproximar-se al concepte de la femme fatale cinematogràfica, entesa com a dona seductora i perillosa, malgrat que en aquesta peça parteix d’imatges de les pin-up que es van popularitzar a les revistes dels anys cincuanta. Per a aquest vídeo ha seleccionat dones, en la major part roses, cossificades i sexualitzades, per a auto-radiografiar-se de forma fictícia, mostrant-se en un doble joc d’identitats encreuades. A l’artista li interessa enmarcar a eixes altres dones, que contrasten amb ella mateixa, per a fer insistència en els trucs utilitzats en la construcció de qualsevol imatge, que mai és innocent. Per tant, el marc té
la funció d’enfocar la mirada i cridar l’atenció sobre el contingut, al establir, d’aquesta manera, un diàleg entre el dins i el fora, és a dir, com a dona-objecte (pin-up) i com a dona-subjecte (creadora).

 

Imágenes: Rita Rodríguez /Performance clásica a la manera tradicional / 2009 -2011 / Performance / 20′ aproximadamente. (Imagen de la izquierda)

Anna Katarina Martin / Pin-up (colocar una imagen en la pared con una punta o chincheta) / 2011 / Vídeo monocanal sonido estéreo / 8′ (en bucle). (Imagen de la derecha).

 
 
 

Texto original publicado en Sin Espacio nº01 junio, Clero 7. Rusafa pp 8 - 11

Sin Espacio nº01 junio, Clero 7. Rusafa
Editor : Asociación Cultural Otro Espacio
Coordinacióń: Juan José Martín Andrés, Alba Braza Boïls
Depósito legal / Dipósit legal:
ISSN:

Ejemplar gratuito, prohibida su venta
Publicacioń digital on-line disponible en: www.otroespacio.org

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